Hechos 16:31 "Tu y toda tu casa..."
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Introducción:
Introducción:
Un señor ya grande le reclamaba a Dios porque su esposa todavía no había creído en el Señor Jesús como Salvador. Me citaba este versículo como promesa, Hch. 16:31.
Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.
Muchos amigos de la niñez dependían en la fe de sus padres para la gracia de Dios en sus vidas sólo para crecer y completamente abandonar la fe y Dios. ¿Qué pasó?
Tres preguntas:
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
¿Qué enseña el resto de la Biblia del tema?
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
¿Qué dice el pasaje en su contexto original?
La situación en Filipos.
Era una colonia romana en Macedonia, con una gran población judía al igual que muchas ciudades céntricas, vs: 12.
Conversion y bautismo de Lidia y su familia, vs: 13-15.
Pablo y sus acompañantes, Silas y Lucas (se incluye en hablar de “nosotros” en vs: 10-17), salieron el día sábado y se encontraron con un grupo de mujeres a la orilla del río y comenzaron a anunciarles el evangelio de Jesucristo.
Dios tocó el corazón de Lidia, y ella recibió el evangelio, junto con su familia, quienes todos fueron bautizados al momento para simbolizar esta identificación real con Cristo.
Ya entendían el significado del bautismo en la sociedad, identificándose como discípulo, seguidor fiel del Maestro en cuyo nombre fueron bautizados.
Es por eso que, aunque no dice específicamente que el resto de la familia recibió el evangelio, pero no hace falta clarificarlo porque el hecho de mencionar el bautismo del resto de la familia da por hecho su conversión.
Ejemplo de sentarnos a comer da por hecho que alguien preparó la comida.
La conversión de la muchacha endemoniada divina, vs: 16-18.
Una mujer endemoniada iba siguiendo a Pablo y sus acompañantes gritando que eran siervos del Dios Altísimo.
La promoción a labios de una esclava de Satanás no era bueno, entonces Pablo le sacó el demonio de adiviniación. No es que el diablo no habla verdad, sino que entremezcla engaño con la verdad.
La persecución por los amos de la muchacha adivina, vs: 19-24.
Los que estaban recibiendo ganancia por medio de esta ex-endemoniada ya vieron su fuente de ganancia perdido, y Pablo y sus acompañantes eran la causa.
Los agarraron y los arrastraron frente a las autoridades acusándoles de alborotar la ciudad. En una colonia romana el interrumpir la “pax romana” era un crimen serio.
Los azotaron y los arrojaron al calabozo.
El terremoto, vs: 25-29.
En cadenas, Pablo y Silas oraron y cantaron alabanzas a Dios, dando testimonio a los demas presos.
Cerca de la medianoche, hubo un gran terremoto que sacudió los cimientos y abrió las puertas de las celdas y soltó las cadenas de los presos.
El carcelero, habiendo sido despertado por el gran ruido, entró pensando que todos los presos se escaparon, y se estaba por quitar su propia vida.
En la ley romana, si un guardia perdía un prisionero, el guardia tenía que tomar el mismo castigo dado al delincuente.
Quizás hubieron presos con castigo capital, y él sabía que le iban a demandar la vida misma y prefirió quitarselo él mismo.
La conversión del carcelero y su casa, vs: 30-34.
Al ser mandado a encerrar a Pablo y a Silas, es muy probable que detalles de la acusación en contra de ellos hubieran sido expuestos al carcelero.
La casa del carcelero hubiera estado en la proximidad de la cárcel, pues escuchó todo lo que pasó en la cárcel. Quizás se habrá dormido escuchando las alabanzas de Pablo y Silas.
Al experimentar el horror del terremoto, el susto de pensar que los presos se habían escapado, y luego descubierto la misericordia sobre su vida cuando Pablo lo detuvo de matarse, el concluyó de estos dos presos tenían algo especial y procuró saber qué debía hacer para tener lo que ellos tenían, vs: 30.
En la mente del carcelero, se han producido dos milagros: que hubo un terremoto y los prisioneros no huyeron. La liberación y el poder que experimentó el carcelero apuntan a la verdad del poder y la liberación que se encuentran en el evangelio predicado por Pablo y Silas. — Barry, J. D., Mangum, D., Brown, D. R., Heiser, M. S., Custis, M., Ritzema, E.,… Bomar, D. (2012, 2016). Biblia de estudio Faithlife (Hch 16:30). Bellingham, WA: Lexham Press.
y sacándolos, les dijo: Señores, ¿qué debo hacer para ser salvo?
La respuesta de Pablo es expresando la verdad que la única manera de encontrar la salvación es creer en Jesucristo.
Esto no es sólo verdad para el carcelero, pero la misma verdad sirve para su familia también.
Pablo no está diciendo que el carcelero puede salvar a su familia por convertirse a Cristo, sino que los de la familia del carcelero pueden también ser salvos al creer en Jesucristo.
Esencialmente, le dice al carcelero, “Jesús puede transformarte, y puede transformar a tu familia entera también”.
El resto de la historia clarifica este punto específico.
El vs: 32 dice que hablaron la palabra del Señor (el evangelio), “a todos los que estaban en su casa”.
El vs: 33 repite que no sólo el carcelero fue bautizado, sino toda su familia.
El vs: 34 nos clarifica que no sólo el carcelero, sino toda su familia había creído (por eso se habían bautizado, una demostración sincera que habían puesto su fe en el Señor Jesucristo).
¿Qué enseña el resto de la Biblia del tema?
¿Qué enseña el resto de la Biblia del tema?
Otras situaciones similares:
Cornelio y su casa, Hch. 10:24, 33; 11:14.
Al otro día entraron en Cesarea. Y Cornelio los estaba esperando, habiendo convocado a sus parientes y amigos más íntimos.
Así que luego envié por ti; y tú has hecho bien en venir. Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado.
él te hablará palabras por las cuales serás salvo tú, y toda tu casa.
Lidia y su familia, Hch. 16:15.
Y cuando fue bautizada, y su familia, nos rogó diciendo: Si habéis juzgado que yo sea fiel al Señor, entrad en mi casa, y posad. Y nos obligó a quedarnos.
Crispo y su casa, Hch. 18:8.
Y Crispo, el principal de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su casa; y muchos de los corintios, oyendo, creían y eran bautizados.
La salvación es individual, Jn. 3:16, Rom. 1:16.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego.
El creyente es testigo del evangelio en su casa, 1 Cor. 7:12-16; 2 Tim. 1:5; 3:14-15.
Y a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo abandone. Porque el marido incrédulo es santificado en la mujer, y la mujer incrédula en el marido; pues de otra manera vuestros hijos serían inmundos, mientras que ahora son santos. Pero si el incrédulo se separa, sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios. Porque ¿qué sabes tú, oh mujer, si quizá harás salvo a tu marido? ¿O qué sabes tú, oh marido, si quizá harás salva a tu mujer?
trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.
Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús.
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
¿Cómo lo puedo aplicar a mi vida hoy?
Apropriarse del evangelio individualmente.
El hecho que vengas de una larga historia de personas ajenos a la vida cristiana, no determina que tengas que vivir tu vida alejado de Él.
El hecho que hayas crecido en una familia “cristiana” no significa para nada que compartes esa misma fe salvadora. Debes apropiartelo para ti mismo.
Hablar y vivir el evangelio en casa.
Aprovecha las oprtunidades para hablar de cosas espirituales con tus seres queridos. Esto no tiene que ser un argumento, sólo una conversación. Recuerda, Dios los convierte, no tu esfuerzo. El obra por medio de ti, pero Él hace la obra.
Que tu hablar y vivir sean constantes con el evangelio. Si no lo es, se honesto y admítelo. El evangelio no es decir que eres perfecto en toda área de la vida. Es decir “No puedo ser perfecto, por eso acudo a la misericordia y ayuda de Dios en Cristo”.
Orar por el evangelio en casa.
Por familiares sin Cristo.
Por oportunidades para compartirles y mostrarles e amor de Cristo.
Por el coraje y las palabras para hablar la verdad de Cristo.
Conclusión:
Conclusión: